domingo, 4 de octubre de 2009

Torre de Belém

En Belém, junto al río, encontrará otro maravilloso monumento del manuelino, clasificado igualmente como Patrimonio Mundial por la UNESCO, la Torre de Belém. Concebida en el siglo XVI por Francisco Arruda, la Torre de Belém está constituida por una torre cuadrangular con baluarte poligonal orientada hacia el eje del río Tajo. En la decoración exterior abundan las fachadas que evidencian la influencia árabe y veneciana en los balcones y barandillas, contrastando con el interior, bastante más austero en su decoración. Los elementos orgánicos del estilo manuelino se encuentran aquí ampliamente representados. La Torre de Belém ostenta la primera representación escultórica de un animal africano, en este caso un rinoceronte.
Foto: Bernt Rostad

sábado, 26 de julio de 2008

Monasterio de los Jeronimos (Lisboa)


Hoy, en las alas del antiguo monasterio se encuentran instalados el Museo de la Marina, fundamental para conocer un poco de la historia náutica portuguesa, y el Museo de Arqueología.
La iglesia del monasterio, la Iglesia de Santa María de Belém, es un magnífico templo de tres naves sostenidas por elegantes pilares que se articulan con una bóveda ojival, bella y única. La luminosidad, proporcionada por los rayos de sol que pasan a través de las vidrieras, es extraordinaria, teniendo un carácter casi irreal. Las tumbas de Vasco de Gama y del poeta épico Luís de Camões se encuentran ahí. El visitante se siente simplemente superado por la belleza y grandeza asociadas a la historia, a la fe, pero también por el conocimiento y determinación que movió a la cultura portuguesa.
Foto: Zingaro

jueves, 3 de julio de 2008

Monasterio de los Jerónimos


Continuando por la zona ribereña, llegará al que es el barrio más paradigmático en términos de patrimonio relacionado con los descubrimientos: Belém. Desde su playa partieron las naves del navegante Vasco de Gama rumbo al descubrimiento de la ruta marítima hacia la India y en todas partes se respira la grandeza del aquel imperio.
Como uno de los emblemas de la ciudad tenemos el Monasterio de los Jerónimos, mandado construir en 1501 por iniciativa del rey D. Manuel I y que sólo se concluiría cien años más tarde. Erigido en la grandiosa Plaza del Imperio, el monumento integra elementos arquitectónicos y decorativos del gótico tardío y del renacimiento, constituyéndose como uno de los más bellos y grandiosos monumentos de la capital.
A estos elementos arquitectónicos se unieron motivos regios, religiosos, naturalistas y náuticos, fundándose un edificio considerado la joya del estilo manuelino, exclusivamente portugués. La excelencia arquitectónica es evidente, y ha sido reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Foto: noniq

martes, 10 de junio de 2008

Casa dos Bicos


Descendiendo hasta Santa Apolónia y recorriendo esa zona ribereña, encontramos un original edificio, la Casa dos Bicos (siglo XVI). Los bicos (picos) que le dan el nombre provienen de su fachada tallada en punta de diamante. A la peculiaridad estética del edificio, con influencias italianas y elementos de estilo manuelino, se une la importancia histórica de haber pertenecido a Afonso de Albuquerque, virrey de la India, y por haberse encontrado vestigios arqueológicos romanos.
Foto: pylbug

viernes, 30 de mayo de 2008

la Feria da Ladra


Podemos encontrarnos, si es martes o sábado, con una de las ferias más populares y concurridas de la ciudad, la Feria da Ladra.
Con todo y algo más, se descubren las cosas más inútiles y viejas, pero la mayoría de las veces irresistibles, así como preciosas antigüedades. Es un verdadero paseo cultural.
Foto: microlito

miércoles, 21 de mayo de 2008

S. Vicente de Fora


Muy cerca del Castillo, en Graça, se encuentra la Iglesia y Monasterio de S. Vicente de Fora, uno de los monumentos religiosos más imponentes y notables de la ciudad. Construido tras la conquista de la ciudad a los moros, fue el resultado de un voto del rey D. Afonso Henriques a S. Vicente durante el cerco a la ciudad en 1143.
Foto: scalleja

martes, 6 de mayo de 2008

Época de los Descubrimientos


Si todo comenzó en el Castillo, la historia se encuentra en toda la ciudad. Con mil años de historia, Lisboa está repleta de monumentos de gran importancia, que traducen algunos de los momentos más fundamentales de la historia de Portugal. Capital del Imperio, Lisboa tuvo su máximo exponente de riqueza en la época de los Descubrimientos, asegurándose un patrimonio único de extraordinaria belleza.

martes, 29 de abril de 2008

Ambientes especiales


En la calle Costa do Castelo encontrará otros miradores con ambientes especiales, especialmente el del Chapitô, un espacio único. Escuela de Artes Circenses, bar, café, terraza y restaurante, conjugados para crear un ambiente excepcional, diversificado, bello y amplio.
Foto: micampe

miércoles, 23 de abril de 2008

Castillo de S. Jorge



Para finalizar, vaya hacia el Castillo de S. Jorge, lugar donde comenzó la historia de la ciudad. Este es uno de los monumentos más visitados de la ciudad, no sólo por su importancia histórica y cultural, sino también por la magnífica vista que ofrece sobre Lisboa. Encontramos parejas de enamorados, niños y jóvenes, personas mayores, familias enteras y turistas, en un ambiente familiar que atraviesa siglos y siglos de historia.
Fotos: Andy54321 e La Dulcinea

miércoles, 16 de abril de 2008

Miradores


Si seguimos subiendo, sin miedo a cansarnos pues los descubrimientos nos mantienen bien despiertos y deseosos de ver más, encontraremos los miradores de Santa Lucía y de Portas do Sol.
Foto: Vic Lic

sábado, 12 de abril de 2008

Sé Catedral


En cuanto comenzamos a subir, nos encontramos con el más popular de los santos portugueses, San Antonio, en una pequeña estatua restaurada, en una iglesia con su nombre y en el Museo Antoniano. Este santo popular inspira la apología al amor. Después, encontramos la Sé Catedral (siglo XIII), un verdadero monumento, cuya imponencia y austeridad nos hacen parar y entrar para ser sorprendidos.
Foto: kjay.rm